sábado, 27 de febrero de 2010
Sobre el terremoto y las alertas
Japón hoy: Hiroshima y Miyayima.
Tezuka Osamu. El museo.
martes, 23 de febrero de 2010
Kamakura, porque no sólo de Mandarake vive el hombre
El viernes nos tocaba visita cultural, y siguiendo con nuestros planes nos fuimos a dar una vuelta por Kamakura. Kamakura es un pueblecito costero a un tiro de piedra de Tokyo, donde no hay ninguna casa que supere los 3 pisos de altura.
Además de por sus numerosos templos, es famosa porque en ella se encuentra una estatua enorme de bronce conocida como Daibhutsu, el gran buda.
Nos levantamos mas o menos tempranito y tras un desayuno rápido de combini cogimos el metro y nos dirigimos hasta Kamakura. Al llegar nos encontramos con un pueblo, todo formado por pequeñas casitas y chalecitos con jardín, muy al estilo de los que podemos ver en las series de anime. Muy cuco y muy tranquilo, ya que apenas había coches.
Tras un rato andando (para ser un pueblo era grande de co****s) llegamos a lo que parece la entrada a un templo. Pagamos la entrada correspondiente, que por cierto, luego nadie comprueba si llevas, y entramos. Lo primero que vemos es una fuente donde, siguiendo con la tradición, tienes que lavarte ambas manos para purificarte.
Un poco más adelante llegamos a un patio cuya entrada estaba flanqueada por dos grandes lámparas de piedra. Y al fondo se encontraba el gran buda. Y he de decir que impresiona. Nos acercamos despacito, ya cada uno por su lado, y todos mirando medioembobados la estatua que teníamos delante.
Algo que me sorprendió al rodear la estatua, es que está completamente hueca, en la espalda tiene abiertas dos ventanas y de hecho se puede entrar al interior pagando 20 yenes (unos 18 céntimos de euro). La verdad sea dicha, no es que tenga mucho que ver, pero es curioso, además siempre podré decir que estuve dentro del Gran Buda de Kamakura!!
Otra cosa que me llamo la atención eran una serie de rocas planas y circulares muy grandes y perfectas para que los caminantes cansados se sentaran, que estabn repartidas por todo el recinto. La nota de humor la puso un japo que trabajaba allí y que amablemente nos explicó para qué servían realmente. A unos nos dijo que antiguamente se usaban para realizar piras funerarias, mientras que a otros nos comento que se habían colocado en memoria de las víctimas de un tsunami. Vamos que se quedó con nosotros.
Tras visitar el Gran Buda decidimos explorar un poco Kamakura, y ver si encontrabamos algunos de los templos por la que es famosa. Andando, andado dimos con el templo budista de Hase-Dera, uno de los más importantes.
Ya en la puerta saltaba a la vista que el espectaculo iba a ser impresionante, pues los árboles y la vegetación se mezclaban con los edificios tradicionales, a lo largo de la ladera de la montaña en la que está situado. Nada más entrar encotramos un precioso jardín con un lago, además de unos cuantos edificios de madera y piedra. Junto al lago comenzaba la escalinata de piedra que debería conducirnos a traves del bosque hasta la parte superior del templo.
Conforme subíamos podíamos encontrar pequeñas estatuas y detalles en piedra escondidos entre las plantas, aumentado más si cabe el misticismo del lugar.
A medio camino encontramos un pequeño templete, rodeado por miles de pequeñas estatuillas de piedra, como si de un pequeño ejercito de terracota se tratara. Ya de por sí era sobrecogedor estar rodeados por todas estas figuritas perfectamente alineadas, y aún lo es más si sabes que estas figuritas estan dedicadas a la memoria de niños que han muerto, o a bebes que no llegaron a nacer. Vamos, que daba mucho yuyu.
Dejamos este pequeño templete atrás y seguimos subiendo por las escaleras de piedra hasta que llegamos a la parte principal del templo.
El templo de Hase-Dera está dedicado a Kannon, diosa de la piedad y la compasión (una de las más importantes dentro del budismo) y en el edificio principal podemos encontrar una estatua enorme de ella. Esta estatua, además de su cara principal tiene otras 10 caras. Se dice que Kannon es capaz de mirar en todas las direcciones y así ayudar a los necesitados.
Lo primero que encontramos fue una gran campana al estilo japonés, donde en vez de tener un cimbel dentro de la campana, ésta es golpeada por un tronco desde el exterior.
Como en todos los templos budistas hay una fuente con agua, con un montón de cacitos que los fieles usan para lavarse las manos (primero la izquierda y después la derecha), para así purificarse. Así mismo hay un pedestal con un recipiente grande de forma circular, donde se colocan varillas de incienso hasta que se consumen. Es muy frecuente ver a gente acercarse a este pevetero y atraer el humo del incienso con las manos hacia el rostro, ya que supone otra forma de purificación. Rodeando a todo el conjunto del templo y más arriba si seguimos subiendo por la ladera hay zonas repletas de tumbas.
Cuando ya nos ibamos, pensando que el templo no podía dar más de sí, nos encontramos con un cartelito de madera en que aparecía escrito la palabra "caves". Ni cortos ni perezosos seguimos la dirección que indicaba. Escavada en la pared de la roca, no sabemos si por la naturaleza o por el hombre había una gruta con dos entradas. Dentro habia varias estatuas escavadas en la pared, con pequeños altares donde los fieles colocaban velas encendidas. Parte del recorrido había que hacerlo bastante agachado. No es común encontrar algo así en los templos de Japón, así que nos sorprendió a todos, tanto a novatos como a veteranos en esto de visitar templos, dejando un muy buen sabor de boca, y el listón muy alto para los templos que aún nos quedaban por visitar.
Comer en Ginza
Después de recorrer la zona de la Lonja de Tsukiji (pincha aqui para leerlo), nos dirigimos a Ginza; es una de las zonas más pijas de Tokyo, como la 5ª Avenida de Nueva York, donde encuentras las tiendas más exclusivas de la ciudad como Channel o Gucchi.
Está plagada de altos ejecutivos de las grandes empresas y elegantes señoritas con bolsos de precios prohibitivos.
Cualquiera al que le contemos todo esto pensaría que al pasar por tanto glamour, algo se nos pegaría e iríamos a comer a un sitio acorde con el barrio … la realidad es algo distinta, ya que si había un sitio cutre cutre en Ginza nosotros no sólo lo encontraríamos, si no que además no nos podríamos resistir a comer en él ;)
El sitio pintoresco donde los haya, estaba situado debajo de las vías del tren, en un callejón que en España seríamos capaces de dar una vuelta innecesaria para evitar pasar por él. Eso sí, la comida buenísima y el servicio rápido y eficaz. Además por una media de 1000yenes cada uno (unos 8,5euros al cambio).
Perdonad la calidad del video, pero el sitio era muy oscuro y la cámara no funcionó perfectamente :_/
Eso sí, algo sí se nos debió pegar porque el cafelico que nos tomamos nos costó casi lo mismo que la comida … aunque el sitio además de ser pijo pijo tenía hasta mantitas para los asientos cercanos a la puerta para que nadie pase frío … años de ventaja ;)
Ahi va! si es Jackie Chan!!!
Los japos nos adelantan en muchas cosas, sinceramente hay cosas que te dejan perplejo de lo moderno y las cosas que inventan, pero hay otras cosas que aun están un poco desfasadillos, obviamente no se puede tener todo, digo esto para romper el mito de que todos los japoneses saben inglés, porque no es así, y sino hay que ver las caras que te ponen cuando les hablas un poco de inglés, da igual que sea mas chustero o mas profesional, algunos lo chapurrean, otros nada de nada... pero oye, serviciales como pocos, que le preguntamos a una chica como llegar a un sitio (la noche del karaoke) y nos dijo que iba a llamar a su prima(por teléfono) para que viniera desde su casa a donde estabamos a guiarnos que ella si sabía ingles, solo para guiarnos!!!
Otra de las cosas de las que ya hemos hablado antes es de los WC, pero no de sus complementos, que no solo en chorrito y taza caliente quedan las diferencias, la primera es que no hay escobilla, cosa que no entiendo, será que aún hay una función oculta en los WC´s que desconocemos que termina de limpiarlos, y la otra es que en Japón no saben nada del papel higiénico de doble capa... que hasta al tirar de él se rompe, y bueno, hablando ya del papel, decir que siempre lo dejan dobladito en piquito, como si de origami (papiroflexia) se tratara.
Una de las curiosidades que más me ha gustado es la forma en la que intentan facilitar la vida a los japoneses, como por ejemplo a los invidentes. Cuando paseas por Tokyo encuentras en la mayoría de las aceras unas baldosas en relieve amarillas, las cuales en un principio, piensas que es para diferenciar el carril bici del peatonal, pero no... aparte de para jugar al mago de Oz, esas baldosas están ahi para que los ciegos puedan seguir la acera sin miedo a tropezarse o a perderse, ya que van siempre en relieve y les marca cuando deben girar para cruzar la calle y cuando detenerse, sinceramente, una iniciativa que más de un país debería poner en marcha.
En el segundo post de este blog hablabamos de que Japón es uno de los paises más seguros del mundo, y no nos confundamos, esto no es por medidas de seguridad extremas, al contrario, sino porque el pensamiento general de la población japonesa es que nadie va a hacer nada malo!!! aquí el dicho de "piensa mal y acertarás" no es el pensamiento principal, aquí la gente espera que hagas lo que tienes que hacer, y no hagas el mal. Por ejemplo, en muchos comercios no hay alarmas en los productos, o lo que particularmente más me ha llamado la atención es el caso de las bicis. Japón es una tierra donde la mayoría de la gente usa la bicicleta, y cuando llegan a su destino, las dejan aparcadas al lado de la acera y ya esta... ni candado, ni cadena ni nada de nada de nada... una confianza que genera respeto, y te hace pensar que si aquí sueltas a 3 o 4 canis, se hacen con el tráfico de bicis en 4 días, ya que como dice uno de nuestros compañeros de viaje: "Tio, Japón despierta mi lado mas gitano", en fin, así tenemos esa fama que tenemos aquí los gaijins :P
Y podríamos seguir así con muchas más cosas, pero mañana nos espera otro día en una nueva ciudad, y además asi tenemos más material para rellenar futuras entradas, pero tranquilos, me despido con un curioso cartel que podemos ver a la entrada del metro en la estación de Yoyogi y unas cuantas curiosidades breves, si alguien quiere saber más sobre algunas, ya sabeis, preguntad en los comentarios:
- En Japón no hay gorriones por las calles, hay cuervos.
- Aquí se trabaja todos los días por igual, abren y cierran el día que quieren, y hasta los Domingos te encuentras casi todas las tiendas abiertas.
- Yo no se que clase de programa u horario escolar tienen aquí, pero estoy harto de cruzarme chavales por la calle a las 11 de la mañana, se saltarán las clases?.
pd: Ya sabemos que Jackie Chan es chino, el título del post es una coña nuestra de aquí, que todos los japos son iguales.
Hasta huevo!
Y se vendió todo el pescado …
Es lo que pasa por irse a hacer FlatZapping la noche de antes hasta las 3 y pico de la madrugada, que luego se nos pegan las sábanas y nuestra idea de levantarnos a horas decentes que nos permitan aprovechar el día se nos van al traste. Y así ocurrió el día de la visita al centro de Tokyo, cuando íbamos a visitar de buena mañana la lonja de Tsukiji.
Tsukuji es un gran mercado, donde se comercializa todo el pescado fresco de Tokio y alrededores. A las 3 de la madrugada empiezan las subastas del pescado donde se puede ver el ajetreo que vive esta gente desde esa hora tan temprana. Sin embargo, para el público en general las 9 de la mañana puede ser buena hora para ver algo de movimiento y algunas clases de pescado que raramente podríamos ver en occidente.
Pero claro, a las 12 ya estaba todo el pescado vendido y de pescaicos, subastas y japos gritando ni el eco oímos. Después de una rápida vueltecita y ver con pena como la mayoría de los puestos estaban cerrados y los que no, lo estaban haciendo en ese momento, nos dirigimos a la zona comercial aledaña que sí que tenía más vidilla.
Alga seca, botas de agua, manteles para la mesa, accesorios para el móvil de sushis, … son sólo alguna de las cosicas que nos podríamos encontrar en el mercado, junto con pequeñas tabernas donde encontrar el sushi más fresco del mundo, hecho con el pescaico recién recogido. Pero claro, las colas eran interminable y los precios algo elevados y aunque teníamos buenas intenciones, al final nos pudo la desidia y nos fuimos a pasear otro rato.
Toda la zona alrededor de Tsukiji es muy típica y llena de vida, sobretodo un fin de semana por la mañana. Además con el solecito rico que hacía esa mañana era muy agradable pasear como un japonés más entre el gentío y disfrutar de los vapores de la comida recién hecha en los puestecitos callejeros, oír a los tenderos llamar a los compradores y muchas familias disfrutando de uno de sus poco días libres.
Nuestros pasos nos llevaron a Ginza … pero esa es otra historia ;)